El beso de Singapur es una práctica sexual muy estimulante para la pareja. Es un beso muy especial que llevara a ambos a un nuevo mundo de sensaciones.
¿Qué es y cómo hacer el Beso de Singapur?
El Beso de Singapur es una técnica sexual que permite a las parejas llevar su experiencia sexual al siguiente nivel. Es una antigua técnica tántrica y del Kamasutra que implica contracciones repetidas de los músculos pubococcígeos, comúnmente conocidos como músculo PC o músculo pubococcígeo, para producir un placer asombroso a ambos miembros de la pareja.
El Beso de Singapur es esencialmente una variación del beso vaginal tradicional, pero con una diferencia: mientras que el beso vaginal tradicional se realiza simplemente presionando los labios de la mujer contra el pene del hombre, el beso de Singapur se consigue mediante la contracción y relajación deliberadas del músculo PC. De este modo, la pareja femenina puede generar presión desde el interior de su canal vaginal, lo que crea sensaciones similares a la succión yel sexo oral para la pareja masculina.
El Beso de Singapur no sólo añade excitación y placer al beso vaginal tradicional, sino que también es una forma excelente de que la mujer fortalezca los músculos PC. Esto se debe a que el Beso de Singapur requiere que la mujer tense y relaje repetidamente el músculo PC, aumentando así con el tiempo la fuerza y el control de dicho músculo.
Además de sus beneficios sexuales, el Beso de Singapur también puede ayudar a ambos miembros de la pareja a profundizar en su conexión emocional. La proximidad física y las sensaciones que se generan con el Beso de Singapur ayudan a estimular la mente y el cuerpo de la pareja masculina, mientras que la relajación sutil y el aumento del placer permiten a la mujer relajarse por completo en el momento.
El Beso de Singapur es una técnica relativamente sencilla que puede proporcionar un placer increíble a ambos miembros de la pareja. Para dominar la técnica, es importante recordar que implica mucho más que contracciones vaginales. También es importante que ambos miembros de la pareja se comuniquen durante el proceso. Ser abierto y sincero sobre lo que te hace sentir bien y lo que no, puede hacer que la experiencia sea aún más agradable.
La técnica del Beso de Singapur puede aprenderse con la práctica y la paciencia. Una vez dominada la técnica básica, los miembros de la pareja pueden experimentar con distintos movimientos y posturas para crear sensaciones aún más placenteras.
El Beso de Singapur es una forma estupenda de añadir un giro excitante y placentero a la forma tradicional de hacer el amor, así como una manera excelente de profundizar en la conexión emocional entre los miembros de la pareja. Con práctica, paciencia y comunicación abierta, el Beso de Singapur puede proporcionar placer y satisfacción intensos a ambos miembros de la pareja. Así que, ¿por qué no probarlo y descubrir lo que el Beso de Singapur puede ofrecer?
La importancia del suelo pélvico para el Beso de Singapur
Para poder realizar el beso de Singapur hay que tener control sobre la musculatura del suelo pélvico. Con la edad el suelo pélvico se va debilitando por eso muchas mujeres que en su juventud son capaces de realizar el beso de Singapur (aunque sea de forma sencilla) al pasar los años van perdiendo esta capacidad. Además, cuando el suelo pélvico se debilita aparecen problemas de pérdidas de orina y problemas de lubricación. Por eso es recomendable trabajar la musculatura del suelo pélvico para solucionar problemas que repercuten en la calidad de vida de la mujer y además mejorar las relaciones sexuales al poder contraer la musculatura, lo que genera más placer en el hombre y orgasmos mucho más intensos en la mujer.
El suelo pélvico se puede tonificar mediante ejercicios activos como los ejercicios de kegel produciendo una contracción de la musculatura (similar a lo de cortar el pis) o mediante ejercicios pasivos como los ejercitadores de suelo pélvico o las bolas chinas.
¿Cómo hacer el beso de Singapur?
Cuando no tenemos control sobre el suelo pélvico realizar el beso de Singapur es prácticamente imposible pero una vez tenemos cierto control sobre el suelo pélvico realizar el beso de Singapur nos va a resultar relativamente sencillo. Simplemente tenemos que oprimir el pene durante la penetración, las primeras veces nos puede costar identificar las sensaciones o ser conscientes de que estamos realizando correctamente la presión. Por eso es muy importante la comunicación con la pareja, que nos cuente que siente, así poco a poco podemos mejorar la técnica y disfrutar mucho más de esta práctica sexual tan increíblemente placentera para ambos.