Podemos clasificar los lubricantes femeninos en función de varios factores: si son comestibles o no, con sensación de calor, con sensación de frio, con relajante anal… Pero la gran clasificación de los lubricantes depende de su composición principal, Hay tres grandes tipos de lubricantes en función de la base principal de su composición:
- Acuosos o de base agua: Son 100% compatibles con preservativo y juguetería, son los geles lubricantes ideales si buscamos una sensación más natural. Los lubricantes acuosos optimizan la lubricación, hacen que siempre sea la correcta, no debemos pensar en un lubricante como algo que añade lubricación sin más, en este caso hacen que la lubricación sea la optima. Se densifican o licuan en función de la lubricación natural para que obtengamos siempre una relación sexual lo más placentera. No dejan manchas y se eliminan fácilmente de la piel.
- Base silicona: Son también totalmente compatibles con juguetería y preservativo. Ofrecen una lubricación mucho más intensa y prolongada que los lubricantes de base agua, lo que los hace muy interesantes en situaciones en las que buscamos una lubricación extra como ante problemas serios en la lubricación natural provocados por la menopausia. Además ayudan a mejorar la elasticidad de las paredes vaginales.
- Base aceite: Los lubricantes de base aceite o base oleosa son un lubricante muy especial ya que no puede ser utilizado ni con preservativo ni con juguetería. Es un tipo de lubricante especialmente pensado para masturbación o penetración sin preservativo. Las sensaciones que produce son muy intensas y placenteras, pero debemos tener en cuenta el inconveniente de no poder usarlos con complementos sexuales.