El cuerpo tiene innumerables áreas conocidas como zonas erógenas que son especialmente sensibles al tacto. Cada persona puede tener preferencias en cuanto a las zonas del cuerpo que le resultan más estimulantes. Las zonas erógenas pueden variar en énfasis entre hombres y mujeres. Saber qué zonas son más sensibles puede mejorar el placer durante la actividad sexual.
¿Qué partes del cuerpo son las más erógenas para las mujeres y los hombres?
La revista especializada en neurociencia “Cortex” , presentaba este verano un curioso estudio en el que trataba de desvelar las preferencias en cuanto a estimulación erótica al tacto o al contacto tanto en hombres como en mujeres, intentando poner luz sobre las zonas más erógenas para ellos y para ellas. El estudio abalado por la universidad británica de Bangor y la universidad surafricana de Witwatersrand llego a interesantes conclusiones sobre los gustos de hombres y mujeres.
El estudio rebate la teoría de que exista diferencia sustancial entre hombres y mujeres. "Mucha gente asumía que el cuerpo de las mujeres está lleno de zonas erógenas, mientras que el de los hombres tiene solamente una zona, la más obvia", asegura el doctor Turnbull. Sin embargo el estudio ha demostrado que no existen diferencias sustanciales en las zonas erógenas en función del sexo, raza, edad u orientación sexual.
Las zonas que han demostrado ser erógenas para ambo son: Los labios, las orejas, el contorno de los hombros, la parte inferior del cuello, los pezones, el culo, la entrepierna y, por supuesto, los genitales. En los hombres destacaron además como zonas erógenas las manos y el pecho, mientras que en las mujeres destaco la parte baja de la espalda.
Otra interesante conclusión obtenida por el estudio es el poco interés que mostraron los participantes en los pies como zona erógena. Y es que parece que los pies ofrecen más un estimulo visual como fetiche que un intereses en que sean estimulados como zona erógena.
Zonas más erógenas de las mujeres
Cuando se trata de mujeres, algunas de las zonas más erógenas son los labios, las orejas, el cuello, los pezones, la parte baja de la espalda, la zona pélvica y los pechos. El clítoris es una zona especialmente sensible para muchas mujeres, ya que está lleno de unas 80.000 terminaciones nerviosas concentradas en un solo punto. Al estimular esta zona mediante suaves roces o vibraciones, el clítoris puede provocar un fuerte orgasmo. Otras zonas del cuerpo, como los dedos de las manos y de los pies, el vientre, los muslos y la boca, también pueden resultar placenteras para algunas mujeres si se tocan de una forma determinada.
Las zonas más erógenas de los hombres
Cuando se trata de hombres, algunos de los puntos más erógenos son el pene, el escroto, los pezones, el cuello, la parte baja de la espalda y la cara interna de los muslos. La cabeza del pene es una zona especialmente sensible que puede estimularse mediante suaves roces o vibraciones. También se sabe que estimular los pezones en los hombres aumenta el placer, así como el perineo, que es la zona situada entre el ano y los testículos. Otras zonas como los pies, los dedos de los pies, la boca y el estómago también pueden resultar estimulantes para algunos hombres.
Aumentar el placer
Explorar las zonas erógenas de la pareja puede aumentar el placer y la anticipación durante las actividades sexuales. Saber qué zonas son más sensibles para cada pareja también puede conducir a una experiencia más placentera. Prestar atención a cómo le gusta a tu pareja que la toquen en determinadas zonas es clave para maximizar el placer. Es importante comunicarse de antemano y establecer qué tipo de caricias o sensaciones le gustan y le disgustan a cada miembro de la pareja. Además, tomarse un tiempo para explorar y experimentar con distintas zonas erógenas puede conducir a nuevas sensaciones placenteras.
Ahora solo tienes que descubrir cuál de estas zonas erógenas resulta más estimulante para tu pareja o amante, recorre estás zonas con una pluma de caricias, con un aceite de masaje o simplemente con tus manos y comprueba con cual vibra más…
Aunque en el fondo lo importante… No es la caricia, es quien te toca
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